Al finalizar tu tratamiento, lo que menos uno quiere es que los dientes modifiquen la posición en que fueron dejados. Para evitar que eso pase, se usan las contenciones, que pueden ser fijas (en formato de un pequeño alambre que va por la cara interna de los dientes y que los mantiene en posición) o removibles (plaquitas o planos de relajación).
Si bien los primeros 6 meses de terminado el tratamiento son los más críticos para un uso riguroso de las contenciones, se recomienda, especialmente en los dientes inferiores, mantener estos aparatos por la mayor cantidad de tiempo posible, sin haber mayor problema con usarla durante toda la vida. La razón de esto es que el movimiento natural de los dientes con el crecimiento y envejecimiento es hacia adelante, por lo que incluso en pacientes adultos que nunca han tenido ortodoncia, el apiñamiento de sus dientes anteriores puede ocurrir en algún momento de la vida.
Nuestra recomendación es a mantener las contenciones la mayor cantidad de tiempo posible, controlándolas periódicamente según te indique tu ortodoncista.
