La experiencia de distintos ortodoncistas alrededor del mundo, y respaldada por la evidencia científica más relevante, habla de que las posibilidades de mantenerse lo logrado con el tratamiento a través del tiempo son muy altas, siempre y cuando el paciente siga correctamente las instrucciones a seguir en la etapa de contención que le dará su ortodoncista.
Los dientes y maxilares, como todas las partes del cuerpo, se encuentran en constante cambio y adaptación, en un proceso que no finaliza mientras viva la persona. Es así como los dientes que han estado en una mala posición por largo tiempo tienden a volver a su posición inicial pues tienen una muy buena memoria, posición que, además, puede ser afectada por el proceso de envejecimiento natural.
Dado lo anterior, pequeñas recidivas o vueltas atrás pueden ocurrir, lo que puede ser minimizado con el uso de aparatos de contención, fijos o removibles, al terminar el tratamiento.
